Empezaré mi propuesta con un planteamiento reflexivo. ¿Es el psicoanálisis una disciplina científica? ¿Un instrumento para llegar al saber? ¿Puede soportar el rigor del debate y la discusión al igual que otras ciencias?
El psicoanálisis ha surgido como otras ciencias, partiendo del método científico, en el afán de reunir datos que expliquen en forma objetiva y cuantificable las expresiones de un fenómeno que no escapa al espíritu psicoanalítico, solo que, sus postulados lo conducen irremediablemente a campos que siguen siendo inaccesibles, incluso para las ciencias exactas.
El psicoanálisis aparece precisamente en la dirección de la deficiencia o incapacidad de la ciencia para explicarnos todos los fenómenos psíquicos que sufre la especie humana. El psicoanálisis debe sostener por tanto, la exigencia y la fundamentación científica, por ello deberá encargarse de la epistemología en juego y esclarecer el valor de los conceptos, formulas, teorías, postulados, cuestionamientos, axiomas y demás criterios que avalen el pensamiento de la ciencia.
El psicoanálisis en su praxis detecta al sujeto en una estructura que da cuenta de su estado de hendija, de spaltung. Este hueco asoma en su cotidianidad, en el lapsus, en la psicopatología de la vida diaria, en los sueños. El inconsciente lugar primordial del devenir humano, descubrimiento freudiano que motiva la búsqueda del saber, de un saber que la ciencia actual no ha podido resolver.
Por otra parte se trata de establecer, cómo el psicoanálisis integra el saber establecido desde disciplinas que excluyen lo particular. La ciencia como método que pretende explicar el fenómeno subjetivo de la psique, mediante procedimientos estandarizados, pero que hasta ahora, no ha podido establecer leyes universales del comportamiento humano.
La universidad es lugar destinado a la transmisión de un saber, pero no de un saber absoluto, donde el discurso universitario tradicional ocupa el lugar preponderante e inquebrantable referido al significante amo, pleno de su dominio, cuya evocación es irrevocable. El agente se encuentra solidificado, consustancialmente con su evocación y desde ese lugar partirá su producción repetitiva. Queda así abolida la posibilidad de creación por parte del destinador, es decir el alumno. Escuchad la alerta Socrática “quien pretende enseñar debe practicar mucha prudencia, pues nada se puede brindar a quien no acepte enseñanzas”.
Una investigación es el lugar de la pregunta, y siempre queda abierta como producto del trabajo del deseo de un sujeto. No se trata de que si el investigador trabaje una pregunta, sino más bien que la pregunta haga trabajar al sujeto. Las intervenciones de otros sujetos permiten que se sometan a la dialéctica de las ideas, lo cual conlleva al trabajo de la crítica. La experiencia es, respecto a la noción del saber, una experiencia cartesiana. El método de la duda, principio fundamental de toda ciencia.
El psicoanálisis es pues, un método de investigación, por que es un productor de saber, razón suficiente para considerarlo como un instrumento más en el proceso de la formación del universitario, Freud marca una perspectiva y define sus límites y posibilidades. Se justifica un trabajo académico con miras a instituir en nuestro medio un debate que aporte predicciones a los saberse en cuestión. El psicoanalista en formación deberá promover estas discusiones que permitan precisar los elementos teóricos, metodológicos y éticos que deban formar parte de los diseños de los programas de investigación.
La creación de un área de investigación psicoanalítica en la Universidad se justifica por las razones expuestas en los párrafos anteriores y por los alcances que esta conlleva en consecuencia. La asesoria y la práctica clínica.
La asesoria. ¿Debe enseñarse el psicoanálisis en la Universidad?. Esta pregunta fue formulada por Freud en 1919 que lleva ese titulo. Freud sitúa la cuestión de la enseñanza del psicoanálisis en la universidad según dos puntos de vista, el del psicoanálisis y el de la universidad:
1).- Es indudable que la incorporación del psicoanálisis a la enseñanza Univer-
sitaria significaría una satisfacción moral para todos psicoacoanalista, pero
no es menos evidente que este puede por su parte, prescindir del la
Universidad sin menoscabo alguno para su formación.
2).- En lo que la Universidad se refiere, la cuestión se reduce a verificar si en
principio esta dispuesta a reconocer al psicoanalisis alguna importancia en
la formación del médico y del hombre de ciencia. De ser así tendrá que
resolver la manera de incluirlo en el conjunto de su enseñanza. (Freud
1919, AE).
La enseñanza de la teoría psicoanalítica puede aportar a otras ciencias la hipótesis del inconsciente, sobre todo a la psicología no experimental. La conjunción de la psicología clínica y el psicoanálisis ha permitido al psicólogo adquirir una autonomía científica para desarrollar un ejercicio profesional independiente. El psicoanálisis le ha prestado un servicio a la psicología sobre dos planos: por un lado le aporta una estructura teórica, y por otro le presta el modelo de una práctica. En contrapartida, la psicología ha servido de vehículo a la propagación del psicoanálisis en nuestro país y en el resto del mundo. Este encuentro se ve reforzado por la autoridad misma emanada de los textos de Freud. Así el psicoanálisis le ha permitido a la psicología clínica y a la psicopatología, de manera irrefutable, escapar de las prerrogativas de la psiquiatría, de las exigencias dogmáticas de la filosofía y de la tutela de las corrientes cientificistas.
La creación de una cátedra de psicoanálisis, en cambio, bien podría responder a estas demandas. Antes de exponer el psicoanálisis mismo sería necesario un cursos dedicados a tratar las relaciones entre la vida psíquica y la somática, fundamento de cualquier tratamiento psíquico, a enseñar todas formas de terapia sugestiva, demostrando que, en última instancia, el psicoanálisis constituye el término final y culminante de toda psicoterapia. En efecto comparado con todos los otros sistemas, el psicoanálisis es el más apropiado para transmitir al estudiante un conocimiento cabal de la psicología. (Freud, 1919. AE)
La práctica clínica. La aplicación del psicoanálisis como terapéutica que dirige los destinos del paciente a un saber conocido, pero que desconoce. El inconsciente por tanto, es la materia prima del analista y vehiculo imprescindible en la comprensión de la psicopatología humana. Su estudio e interpretación tiene que ser replanteada desde otra dimensión. El psicoanálisis es una práctica que guarda su propio método en la exploración de fenómenos reprimidos de la conciencia, que sabemos que existe, pero que no se rige bajo un sistema cartesiano tradicional, de ahí lo incomprensible para la ciencia, pero evidente para la empiria.
El método psicoanalítico y todas sus vertientes terapéuticas, sigue siendo el procedimiento más empleado por médicos, psicólogos y psiquiatras en el mundo para tratar todo tipo de psicopatologías, e incluso en fermedades orgánicas que tienen su origen en un causal psicológico.
La formación de un esquema psicoanalítico en los universitarios les permite hacer un encuadre adecuado a la problemática que se le presente desde una óptica más amplia y con fundamentos mejor consolidados en la resolución de problemas, desde el ámbito de sus prácticas universitarias, así como, en la esfera profesional.
Es indispensable que el alumno cuente con una sólida formación teórica y práctica, pero sobre todo ética,tomando como punto de partida el conocimiento de si mismo, para la comprensión del fenómeno psíquico de su analizado, así como del setting analítico, condición suigeneris que contrasta con el quehacer humano.
José González Guzmán
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